Según “Chavela”, de Jorge Söhle, en un momento dado, el doctor Nicolás Avellaneda fue invitado a una rueda y dijo: “Deben saber todos que el padre jesuita Pedro Lozano, que visitó estas regiones a mediados del siglo pasado, no opinaba (y en muchos puntos) con Ud., mi amigo Rodríguez. Según él, en Tucumán no dominaron los peruanos; su nombre lo hace derivar del cacique Tucma que era muy poderoso en el Valle de Calchaquí y amigo del Capitán don Diego de Rojas, que fue el descubridor de esta provincia en 1543. Finalmente, que era general dar ciertos parajes el nombre de caciques, añadiéndoles la partícula `ahaho´, que quiere decir pueblo en la lengua kakana, propia de los calchaquíes; así, señala a Colalahaho, Jaymallaho. Trae otra versión –que no la acepta- que viene del quichua, de las voces tucui, todo; y mana, negación, no, nada; y que se le dio tal nombre porque el Inca mandó exploradores a estas regiones y como no encontraron metales, usaron esas dos palabras para significar `que todo el país era napa´. Otros dicen que Tucumán viene, también del quichua de la palabra compuesta `Tutuc human´. Gobierno del Sud, nombre que dio el Inca Yupanqui, conquistador de estos parajes, a la tribu y su curaca, que los habitaban”.
“-¿Y Ud. doctor, cuál cree es la más probable?- dijo Pedro
-Dados los datos del Padre Lozano, que dice que ello consta en autos, que a mediados del siglo XVI se produjeron recibos, poderes, testamentos y otros documentos de esa época, opto por la versión del nombre del Cacique, por más que otros autores aseguran que el cacique Tucma o Tucumanao fue posterior a la conquista española y por tanto mal pudo dar su nombre. Debo advertirles que el mismo Padre Lozano, asevera que el río Tercero se llama Carcarañal por un cacique Timbú, famoso por su poder en esa comarca. ¿Ustedes. saben qué nombre dieron los conquistadores a esta provincia? El de Nueva Andalucía, pero no pudo conservarse. Diga Rodríguez ¿Santa Fe siempre muy religiosa? ¿Pueden sus hombres asegurar, como en 1825 al primer nuncio apostólico, que en el territorio no existía un solo filósofo impío?
-No he averiguado nada al respecto doctor. Ud. Conoce mis ideas y como Santa Fe tiene nombre de ultramontana, no quise entrar a tratar ese punto.
-Bien hecho, bien hecho Rodríguez – dijo el doctor Avellaneda- Tengo que ir a casa y como es lástima deshacer la reunión, me permito rogarles que nos dirijamos a ella, donde podremos tomar un sorbete de mora y proseguir nuestra interesante charla”.